Juan
Ramón Jiménez
(1881-1959)
Poeta español y premio Nobel de Literatura. Nació en Moguer
(Huelva), y estudió en la Universidad de Sevilla. Los poemas
de Rubén Darío, el miembro más destacado del modernismo en
la poesía española, le conmovieron especialmente en su juventud.
En 1900 publicó sus dos primeros libros de textos: Ninfeas y
Almas de violeta. Se casó con la que ya sería su compañera ejemplar de
toda la vida, Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra
Civil española se vio obligado a abandonar España. Estados Unidos,
Cuba y Puerto Rico, fueron sus sucesivos lugares de residencia.
Moriría en este último país, donde recibió ya casi moribundo la
noticia de la concesión del Premio Nobel.
La obra poética de Juan Ramón Jiménez son Poesías
escogidas (1917), Segunda antología poética (1922), Canción (1936)
y Tercera antología (1957)..
Diario de un poeta recién casado (1917), escrito
básicamente durante su viaje a Estados Unidos, donde conoció y se
casó con Zenobia, es uno de los grandes libros de la poesía española.
Contiene ritmos inspirados por el latir del mar, verso libre, prosa,
sugerencias humorísticas e irónicas. El libro supone un canto a la mujer,
el mundo marino y Estados Unidos. Siguen Eternidades (1918), Piedra
y cielo (1919) y uno de los puntos más altos de su poesía, Estación
total, un libro escrito entre 1923 y 1936, aunque no se publique hasta
1946.
Platero y yo (1917), donde funde fantasía y realismo en
las relaciones de un hombre y su asno. Es el libro español traducido
a más lenguas del mundo, junto con Don Quijote de Miguel de Cervantes.
(1881-1959)
Poeta español y premio Nobel de Literatura. Nació en Moguer
(Huelva), y estudió en la Universidad de Sevilla. Los poemas
de Rubén Darío, el miembro más destacado del modernismo en
la poesía española, le conmovieron especialmente en su juventud.
En 1900 publicó sus dos primeros libros de textos: Ninfeas y
Almas de violeta. Se casó con la que ya sería su compañera ejemplar de
toda la vida, Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra
Civil española se vio obligado a abandonar España. Estados Unidos,
Cuba y Puerto Rico, fueron sus sucesivos lugares de residencia.
Moriría en este último país, donde recibió ya casi moribundo la
noticia de la concesión del Premio Nobel.
La obra poética de Juan Ramón Jiménez son Poesías
escogidas (1917), Segunda antología poética (1922), Canción (1936)
y Tercera antología (1957)..
Diario de un poeta recién casado (1917), escrito
básicamente durante su viaje a Estados Unidos, donde conoció y se
casó con Zenobia, es uno de los grandes libros de la poesía española.
Contiene ritmos inspirados por el latir del mar, verso libre, prosa,
sugerencias humorísticas e irónicas. El libro supone un canto a la mujer,
el mundo marino y Estados Unidos. Siguen Eternidades (1918), Piedra
y cielo (1919) y uno de los puntos más altos de su poesía, Estación
total, un libro escrito entre 1923 y 1936, aunque no se publique hasta
1946.
Platero y yo (1917), donde funde fantasía y realismo en
las relaciones de un hombre y su asno. Es el libro español traducido
a más lenguas del mundo, junto con Don Quijote de Miguel de Cervantes.
EL
VIAJE DEFINITIVO
Poema
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincon de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espiritu errará, nostalgico.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincon de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espiritu errará, nostalgico.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
CITAS
"El
hombre es libre, tiene que ser libre. Su primera virtud, su gran
hermosura, su gran amor es la libertad."
"El
poeta no es un filósofo, sino un clarividente."
"En
la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva."
"La
poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de
los símbolos."
"Lo
que más indigna al charlatán es alguien silencioso y digno."
"Mi
libertad consiste en tomar de la vida lo que me parece mejor para mí
y para todos; y en darlo con mi vida." "Si os dan papel
pautado, escribid por el otro lado
Poema
Un
pájaro, en la lírica calma del mediodía,
canta
bajo los mármoles del palacio sonoro;
- sueña el Sol vivos fuegos en la cristalería,
- en la frente abre el agua su cantinela de oro.
- Es una fiesta clara con eco cristalino:
- en el mármol, el pájaro; las rosas, en la fuente;
- ¡garganta fresca y dura; azul, dulce, arjentino*
- temblar, sobre la flor satinada y reciente!
- En un ensueño real, voy, colmado de gracia,
- soñando, sonriendo, por las radiantes losas,
- henchida el alma de la pura aristocracia
- de la fuente, del pájaro, de la luz, de las ramas
- Misiva
- Querido amigo Juan Ramón
¿Por qué está usted
siempre con esa cara de alma en pena? ¡Es usted un egoísta de
primera! ¡Caramba! No le da la gana de ver más que lástimas en el
mundo. Hasta yo me pongo triste… con que ¡diga usted! Si a usted
lo que le pasa es que necesita salirse de la dichosa rutina
cariacontecida de su interior. Yo le voy a curar a usted de raíz,
pero de raíz. Sálgase de una vez de su cuarto tenebroso (para usted
tenebroso, aunque tenga 6 ventanas o un arco voltaico) de la calle
Villanueva, y váyase al Escorial, a Moguer y después a la
Residencia –pero ¡por Dios enseguida! Y cuando vuelva a Madrid
después de haber respirado un poco el aire de campo, yo me encargo
de que no le vuelva a dar tristeza. No le voy a dejar parar. ¿Para
qué le sirven a usted sus benditos versos? Si fuera verdad que
encima de un asno le floreciera el corazón… pase… pero si a
usted no le florece el corazón nunca. Si fuera usted un almendro, un
peral o siquiera un magnolio… pero si es usted un ciprés, más
parado y sombrío que los del Generalife. Déjese de tristezas una
temporada y véngase a jugar con todas mis amigas andaluzas y
conmigo. Ya sé que se enfada porque le digo que quiero que se
enamore de una de mis amigas, lo desdigo. No se enamore usted de
ninguna, pero deje que le sacudamos un poco esa tristeza. Sus amigos
deben ser todos una serie de lechuzas o no se lo hubieran tolerado a
usted. Yo si fuera su hermana… cuando viniera a casa, cogía todos
los cojines de la sala y lo estaba bombardeando hasta hacerlo
reír.
Anoche no pude terminar mi carta y hoy la concluyo en casa de Josefina. Nos vamos a comprar un par de castañuelas para mandárselas a usted. Acabo también de recibir su carta: “Frater Luna, si en esto estamos desde que lo conocí”. Usted se parece tanto a mi hermano mayor que muchas veces no sé cuál es cuál. Y ¿quién le ha dicho a usted que yo me voy a casar con nadie, pájaro de mal agüero? ¡En eso estoy yo pensando! ¡Y aquí en España! ¡Enseguida! ¿Por qué no será usted una muchacha, Dios santo? No se vaya usted con Ortega y Gasset, váyase con Jaen o con cualquiera que no sea otro sauce como usted. Póngase a escribir seguidillas, vístase de torero y plántese en la calle de las Sierpes a echarle piropos a todas las inglesas feas que desfilen por allí.
¡Alegrémonos de haber nacido! “Frater Sol.”
Anoche no pude terminar mi carta y hoy la concluyo en casa de Josefina. Nos vamos a comprar un par de castañuelas para mandárselas a usted. Acabo también de recibir su carta: “Frater Luna, si en esto estamos desde que lo conocí”. Usted se parece tanto a mi hermano mayor que muchas veces no sé cuál es cuál. Y ¿quién le ha dicho a usted que yo me voy a casar con nadie, pájaro de mal agüero? ¡En eso estoy yo pensando! ¡Y aquí en España! ¡Enseguida! ¿Por qué no será usted una muchacha, Dios santo? No se vaya usted con Ortega y Gasset, váyase con Jaen o con cualquiera que no sea otro sauce como usted. Póngase a escribir seguidillas, vístase de torero y plántese en la calle de las Sierpes a echarle piropos a todas las inglesas feas que desfilen por allí.
¡Alegrémonos de haber nacido! “Frater Sol.”
Zenobia
. 1913.
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